Toca la hora de los oráculos
Signos apilados en nevadas cimas
Enviados por la sangre
Vital néctar incorruptible líquido
Son visiones recurrentes al nacer o morir
Una estación tras otra
Aparecidas entre nacidas flores
Sedientos animales
Húmedas tierras
Y fríos hombres en soledad
Son todas aquellas varias respuestas
Ante este perturbador modo de vivir
Oficio de palabras fiesta de panoramas
Donde cultivamos espejos
En los fértiles campos de la imaginación
Y el sueño
29 de Enero de 1999
Pocas veces he tratado en mis poemas el repetido (y talvez inútil) ritual de explicar la labor de poeta, que en otras instancias es llamado arte poética. Tómese este poema inédito como ejemplo de esas lides mías prácticamente perdidas... salvo mejor parecer ^_^