sábado, 27 de noviembre de 2010

El Beso Se Hace Un Collar Esmaltado…

El beso se hace un collar esmaltado
Va de gaviota en gaviota volando
Desprende un fuego azul que el cielo ha de mecer
Y deseo tomar el aire enaltecido
De tus manos curadoras sobre el papel nocturno
Describiendo el paso de fantasmas de gacelas sobre el glaciar de cerezas
El olvido ya no existe
El recuerdo s la línea de nuestros ojos presa de olas tibias del mar de ovillos dorados
En cuyas orillas inmensos caballos se pasean y se aman
Inquietando a las conchas nacaradas que son el bellísimo fruto de las huellas en la arena
Quiero tu fresco orden donde acomodaré
Mis sueños entrelazados al cometa madrugador
Mis ansias de pupila silenciosa
Mis esperanzas como suaves molinos
Tu manera de hacer llover rayos de sol
En los extremos de las barcas multicolores
Donde puedo sembrar nidos de gorriones
En tu fértil nombre de mujer
Tu frágil guirnalda sobre la ventana de agua
Por donde todas las mañanas poseo la visión
La inmensa dicha de ponerte bajo mi paraguas
Quiero tus dibujos ocultos en tu almohada
Trazos sobre la llanura de tus venas
O el imperio de tus cabellos
Colores eléctricos del lento crepúsculo por entre los pinos infinitos
Tu voz alrededor de mi ávido trance con el cual marcho a tu sonido de torva
Bajo las alas de este buen pelícano ancestral
Quiero el ocultamiento de tu origen
En la profunda caracola de la vida
De la cual la escarcha de tus pasos
Esclarece al jubiloso ébano
Tu mirada de hermosa garúa perdida
Para volverla a encontrar prismática
Entre eucaliptos ausentes
O en las cabezas de campanas
A lo largo de la superficie del mar deshojado
Tus hebras cristalinas a punto de estallar
Cuando coloco mis manos sobre tus hombros
Excelentes mesetas para el sueño
Lejos de aquí con esta fábula sobre el rosal rondándonos por la linfa arborescente
A través del dormitorio de las estrellas
Quiero tu quietud descansando en los pasos de un relámpago
Para hacer viajes en las ramas de la valeriana
Y luego verte hacia el día del viento repujado
Por entre los maineles de esta cabaña
Tu acción cinérea tan bien colgada de los balcones
Proyectándose desde tu translúcido corazón
Hacia las cresterías de altísimas raíces
Tu rostro de paño lanoso
Debajo de la cálida sábana de la memoria
Como un crisantemo sobre la hondonada brillante
Sujetada con cuerpos almibarados
Haciendo de ti una tenue llovizna
En cuya lumbre saliente veo una miríada de girasoles
Rodeándote al sentir las nubes alcanforadas en la puerta de la alborada
Quiero tu laberinto que se extiende por las grutas y por los sotos imbebibles
En el momento de alzar los pinceles calmosos
Y hacer lámparas de luces furtivas
Tu pensamiento en la buganvilla
Que hace adormecer a mis brazos ante el último vuelo de tus ojos
Pues no se sabe si es de día o es de noche
Tu zumo de flores
Llegando con una caravana de paisajes incógnitos
Atravesando la eterna cascada de mariposas
Entonces guardo bajo los bosques el alto color del magma
El inmediato nivel del agua confitada
Y los matices de la villa lejana
Porque perfectamente veo con asombro
El amanecer de las abejas del invernadero
Para que podamos hacer del amor
Nuestra total e infinita libertad

11 de Marzo de 1997

Este es el último poema que aparece en mi libro Laguna De Electricidad (1998). También es el texto más largo del libro y por eso lo puse finalizando el poemario. Sin duda la escritura automática cedió un poco en este poema para dar cabida a imágenes más románticas o impresionistas, cosa que era intencional. Quise darle un buen toque final al libro y por eso escogí este poema, el primero que también tuvo una gran extensión textual que no experimentada desde mis larguísimos textos de 1993-1994 ^_^

sábado, 20 de noviembre de 2010

Los Sábados Por Las Mañanas...

Los sábados por las mañanas no hay niños en las calles. Duermen un poco más mientras esperan surgir algunos rayos solares entre la niebla. De sus pechos nacen pequeños sonidos que partiendo de sus camas recalan en sustancias eternas, vocablos humanos que no querrán permanecer en papel y ser de nuevo ecos a merced de silencios muertos o embotellados.

Vagamente veo colores en estas mañanas, en que despertar temprano es sumergirse en lo familiar, teniendo a la radio como sonoro testigo de lo que hablamos. Apuramos el paso y nos sentamos crudamente, lejos de rumores y noticias matutinas, respiramos aire de extraños valles, llevamos cristales para apreciar la poesía que nos rodea, toda tuya si alcanzaras los sentidos fluorescentes.

Solo los jóvenes pueden irse remotamente, alcanzando rascacielos o nidos de extintas aves. Yo, en cambio, combato contra aerogeneradores, presto atención a lo que dicen las ondas cortas de las manos y pienso en detener al mundo para que nos dure un poco más. De esas fotografías aéreas, necesarias en estas horas matinales, veo azules iluminaciones, profundidades a las que se llegan mostrando los más oscuros signos del lenguaje, pantanos vituperables que reflejan mares limpios como si estos fueran su mayor anhelo.

En rumbo muy después del amanecer, salgo y solo veo perros andaluzados, pues las personas deben estar en sus sueños prodigándose lo mejor para sí mismos. Los siguientes despertares les darán otras incógnitas, perdurables al margen de sus agotadas existencias.

11:50 p.m.

Después de tiempo, hoy nació un poema nuevo. Una imagen matutina, y haberla recordado más de la cuenta, me llevaron a escribir esta prosa poética. Disculpen el paso del tiempo, pero algunas cosas positivas han ocurrido ultimadamente. Ya se enterarán. Gracias por seguir allí, saludos ^_^