recolectando miel en los riscos más empinados
y así sus sueños se prestan al sonido que hacen cayendo desde los faros
a pesar del fuego que nos rodea
el rocío embotellado en las esquinas
salta con sus cascabeles al cuello
desorientando la audición de todo cuanto se esconde tras las sastrerías
en las ondas de radio emitidas por austeros mástiles
nos oyen proferir sobre los tesoros de islas próximas
donde mis hermanas mayores nacieron sin que yo lo supiera sorprendido
a mitad de la cicatriz
aparece un gato de ojos azulinos
mordiendo el tiempo que nos resta al moler nuestras espaldas
bajo los horarios más sibilinos de la ría
cambian pues los cuerpos sin lamentos
pero duelen las almas entre suspiros
brisa que se ensancha derramando elegías a muchas leguas de aquí
abriendo llagas en las comisuras desconocidas para toda persona durmiendo bajo vientos grises
éramos en tanto
hasta que el día se alce fatalmente
solo el polvo inmóvil entre los salvajes trebejos
Biblioteca del Callao,
20 febrero 2020,
4:50 p.m.
✍ Un texto escrito antes del desastre, que hasta ahora nos embarga. Si no sobrevivimos, aquí hay un testimonio antes de nuestra muerte. Saludos ^_^