sábado, 23 de octubre de 2010

Tocando A La Distancia Una Desesperación...

Tocando a la distancia una desesperación.
Involucrando el nadir de un amor inseparable y no perdido,
ausente en Annik o en Deborah.
De nuevo veo a Ian a través de la ventana de su casa,
en el 77 de la calle Barton
y la sensación es la misma:
tan solo un jornada más podría haberlo cambiado todo.
Sus días finales fueron de profunda reflexión,
alejado del bullicio de los amplificadores, de los aplausos,
del miedo al avión que lo llevaría cruzando el Atlántico.
La confusión en sus ojos lo decía todo
pero casi siempre prestamos más atención a las palabras
(las aquí recopiladas que fueron las definitivas)
tan indescifrables como los placeres desconocidos.
Sin embargo, él se fue caminando en silencio
dejando la estela de su pálido rostro en una playa lejana.
Nos aguarda la interzona,
huye lento el sonido de aquella guitarra,
se cierra para siempre una puerta
y no recuerdo nada...

5 de septiembre 2010

Este es el colofón –casi poema- que escribí para el poemario Shadowplay: Diario de Ian Curtis (Lima: Hipocampo Editores) que acaba de publicar mi amigo el poeta Vedrino Lozano Achuy, el cual será presentado este Martes 26 de Octubre a las 7 p. m. en la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Antigua Estación de Desamparados, Centro Histórico de Lima). Las disertaciones estarán a cargo de David Abanto Aragón, César Ávalos y quien escribe. Los esperamos ^_^

lunes, 4 de octubre de 2010

Cesta De Claveles Del Aire (VI)

El sol atraviesa el acuario dejando apreciar la miel entre la espuma. Es una belleza de sueño blanco, un ágora repleta de gentes azules, un hálito de planeador jubiloso. Iluminación acuática por una ventana abierta en aquel espacio de aires cósmicos, sin gritos que lastimen el ocultamiento del sigiloso pez invernal, cuyo rostro se percibe en toda el agua en calma. Nadando entre larguísimas algas nos aproximamos a la luz milenaria que descendió hacia nosotros, seres de un caudal infinito de vida, para mezclarnos en ella y subir a su bajel amplísimo.

2 de Marzo de 1998, 1:35 p.m.

Primer poema en prosa (sí claro, también escribo de esa forma) que publico por aquí. Como siempre inédito hasta la fecha. Recuerdo que este poema lo escribí pensando en mi colega y colombroño Edgar Saavedra, no me pregunten por qué, pero así fue; es una de esas cosas extrañas que le ocurren a uno mientras espera la vuelta del cometa Halley en el sanmarquino Patio de Letras. Pertenece a una pequeña colección de seis poemas prosados titulada Cesta De Claveles Del Aire (1997-1998), aun sin publicarse como siempre...